YOUNG FOLKS

El chico de 30 le dice ya no creo en el amor ni en la democracia. Así como a cierta edad nos enteramos de que los reyes magos no existen, alguien tendría que decirnos que el amor tampoco. Que todo lo que nos enseñan es mentira. Sobre el amor de pareja, el amor de madre, de padre, de amigos. Nada es real, dice.
La chica de 30 le pregunta si alguna vez se enamoró.
El chico de 30 le dice que si. Que estuvieron ocho años juntos y que se separó el año pasado. La chica le dice que bueno. Por lo menos no tuvieron hijos ¿no? Él responde que todavía no sabe si es bueno o malo. Que por lo menos con un hijo no sentiría que fue tanto tiempo tirado a la basura.
Le cuenta que el día que se fue, ella le dijo por qué te tenés que quedar con las cosas de la casa. Que él la miró y le dijo yo me quedo con las cosas de la casa porque vos te quedaste con mi salud mental.
El chico de 30 le explica que nunca se recupera totalmente de una separación y que cada vez hace menos esfuerzos, porque desde el principio sabe que no va a funcionar.

El chico de 30 le explica que nos formatean para creer que el amor es eso y así logran tener a toda la masa de adultos desconformes con la vida, consumiendo. Yendo al psicoanalista para tratar de descifrar de dónde mierda viene su incapacidad de encontrar el amor y de sentirlo así como nos dijeron. Le dice que él ya no se engancha en buscar algo que no existe y que tampoco va más al psicólogo.

La chica de 30 le dice que ella no piensa igual. El chico de 30 le dice que es cuestión de tiempo. Dice toda nuestra generación piensa igual. Y los inocentes que quedan, de a poco van cayendo.
La chica de 30 le da el ejemplo de su amigo el negro, que todavía esta esperando al amor como quien espera el 600, dice.

El chico de 30 dice que uno siempre busca sentir como nos enseñaron, lucir como nos muestran las publicidades y durar en pareja lo que vemos en las películas, buscando el final feliz. ¿Por qué crees que las películas de amor terminan siempre en el primer beso? Porque hasta ahí vale la pena. Después es dolor, desilusión, por no encontrar eso que no existe. Lo previo, el primer beso, una cogida y listo. Ahí acaba todo. Si dura más que eso, es testarudez del involucrado. Si sabe que indefectiblemente se va a terminar. La chica de 30 le dice que si. Como vos sabes que indefectiblemente te vas a morir. Sin embargo, no por eso te vas a matar antes por las dudas. Más de una vez lo pensé, le dice.

La chica de 30 le pregunta, y entonces de dónde salió la bossa nova o las grandes canciones de amor. Calentura, resume. Seguro que una vez que Vinicius cogió con la garota de Ipanema, no le escribió una canción más. Además, siempre asumimos que una canción habla de amor. El amor termina siendo una hipérbole donde entra todo. No hay canciones que hablan de la calentura. Hay canciones sobre el amor a primera vista. No tratan de la inseguridad o la posesión. Son sobre el amor incondicional. No hay soledad sino un vacio que dejó el amor de tu vida cuando te dejó.
La chica de 30 le dice que su mayor miedo es a conformarse. Como sus padres, que siguen juntos para no estar solos. Que ni se aman ni se odian. Se conforman. El chico de 30 le dice que está bien. Que si nos enseñaran desde chicos que es mejor tener hijos con tu mejor amigo, habría menos neuróticos en el mundo.
La chica de 30 dice que lo que si cree es que no nos enseñan el trabajo que conlleva el amor.
La chica de 30 dice una canción, Nobody said it was easy. No one ever said it would be this hard. Dice que no nos enseñan a resolver el conflicto, a avanzar. Y así llega el momento en que sentimos que ya no es.
El chico de 30 le dice todavía crees en el amor porque aun no sabes lo que implica el día a día del amor, así como lo entendés.
La chica de 30 le dice que está cansada de relaciones sin sentido. Que rock my world o nada.
El chico de 30 se ríe, la mira y le dice ay, cómo te va a doler el culo cuando te caigas del catre.